lunes, 2 de mayo de 2011

INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA: MANO DERECHA DE LA EXPANSIÓN ECONÓMICA


La inversión extranjera directa es imprescindible para el crecimiento de un país, pues genera empleo, aumenta la productividad, transfiere conocimientos especializados (experiencia de otros países), trae tecnología, sin embargo la elección del país en el cual se va a invertir no debe estar manejada solo por factores como la proximidad geográfica, el idioma, la cultura, etc.

Sin duda alguna el hecho de invertir en países que tengan intensos flujos comerciales le generará confianza al inversor puesto que el gobierno promueve el libre comercio y de esta manera se ampliará el mercado, pero para lograr entrar aquí y MANTENERSE hay que ser competitivo, hay que diferenciarse y crear un valor agregado que permita posicionarse frente a la competencia y frente a los productos sustitutos que puedan existir.
 Como dentro de las grandes ventajas está el ampliar mercados, el tener relaciones potencialmente preferenciales con países importantes y el hecho de crecer, existen ciertamente muchos riesgos y dificultades que acarrea el hecho de competir en un campo más grande y más complejo con empresas posiblemente más fuertes. Dentro de estos riesgos está el de desaparecer, el de no satisfacer las necesidades del mercado y el de no amoldarse a la cultura de compra.
Si no se es bien competitivo y no se está seguro de entrar con mejores opciones en estos países es posible que el posicionamiento del mercado sea nulo y se deban crear otras estrategias. 
Dentro de estas estrategias, Michael Porter sugiere la creación de clústeres para así mejorar la calidad de los productos existentes, trabajar en conjunto y asegurar el bienestar de las compañias que hagan parte de esto, fomentando pues la formación de mas clústeres cercanos que en consecuencia produzcan mas exportaciones y mas posicionamiento.

La identificación de factores como la cultura, el idioma o la proximidad geográfica no son ni más ni menos importantes que el hecho de entrar en países atractivos económicamente,  y representan retos y desafíos como en cualquier otro ámbito comercial internacional. Si bien es cierto que pueden de cierta manera facilitar la entrada o la adaptación de la empresa, cabe resaltar que el factor político es decisivo y muchas veces cuenta tanto o más que los demás factores.

Para ilustrar lo siguiente hay un ejemplo:
Una empresa colombiana de zapatos desea hacer inversión extranjera directa. Podría pensarse en China como país con grandes flujos comerciales o en Venezuela como proximidad geográfica, idiomática y cultural pero es necesario saber que China produce grandes cantidades a precios económicos, precios que ésta empresa colombiana no podría igualar, por tanto esta opción ya no es tan atractiva.
 Por otra parte Venezuela no representa una estabilidad política ni económica, motivo por el cual la cercanía geográfica se convierte en un posible problema en el mediano plazo.


Para finalizar, se puede decir que la manera en la que se escoge un país para invertir es relativa y depende de la industria, de las capacidades de la empresa y de muchos otros factores que pueden ser aplicados en una empresa y en otra no. El éxito de la inversión dependerá pues de la manera en que se combinen estos factores y de la manera en la que la empresa pueda competir y dar un valor agregado que permita ser autosostenible.
Así mismo, la formación de clústeres podría asegurar la adaptación mas fácil de las empresas en otros países debido a la experiencia de los ya instalados y la innovación de los entrantes.





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